Lanzamiento “Escribo” Y Su Historia

Lanzamiento mundial 15 de julio 2025 en todas las plataformas digitales.

“Escribo”: Mi diario de tinta y alma
Por Zara Wynn


El día que mi alma gritó en papel

Cuando escribí “Escribo porque duele, porque a veces ya no puedo más”, no estaba creando un verso… estaba sobreviviendo.
Hubo un tiempo en que las palabras se me atragantaban. Las promesas rotas, los nombres que se borraron como huellas en la arena, los amores que se quedaron habitando mi pecho como fantasmas… Todo eso era un ruido sordo que no lograba sacarme de dentro. Hasta que un día, frente a una hoja en blanco, entendí que el papel era el único que sabía escuchar sin juzgar.

“Lo que el mundo nunca entiende, pero el alma sí sintió”: esa línea la escribí después de una noche en que bailé descalza en mi estudio, improvisando melodías en el piano mientras las lágrimas mojaban las teclas. La música no era suficiente;needed el peso de las letras para sacar la tormenta que me ahogaba.


No soy poeta, soy sobreviviente

“Escribo sin ser poeta, ni maestro de la rima”: ¿sabes por qué? Porque cuando escribo, no pienso en métricas ni en estructuras. Escribo como respiro.
Cada verso de “Escribo lo que no digo” salió de un ritual que inventé: bailaba, cantaba y escribía al mismo tiempo, como si mi cuerpo y mi mente necesitaran moverse para liberarse. Influencias… ¡claro que las tengo! Pero no de otros artistas, sino de la vida misma. La soledad que pintaba Hopper en sus cuadros, la fuerza de las poetisas quechuas que escuché en un viaje… Todo se mezcló en “la piel que se me arrima”.


El estribillo que me dio vida

“Escribo pa’ no romperme”: esta frase la susurré primero en mi diario, después en el espejo, hasta que se convirtió en un mantra.
Había días en que sentía que me fragmentaba, como un vaso al que le caen demasiadas gotas. Pero al escribir, cada rima era un hilo que me cosía de nuevo. El estribillo no es una canción… es mi declaración de guerra contra la rendición.


Si un día no estoy, que mi alma viva en la tinta

El puente de la canción lo escribí en un tren, mirando por la ventana cómo el paisaje se borraba. Pensé: “¿Qué queda de nosotros cuando nos vamos?”.
No quiero monumentos ni placas. Quiero que alguien, en algún lugar, cante “Y si un día ya no estoy, que me能找到 en la tinta” y sienta que no estamos solos en esto de intentar ser eternos a través del arte.


No busco fama, busco “sí… yo también escribo”

Lo más bonito de “Escribo” no es que sea un éxito, sino que se ha convertido en un coro de voces.
Recibo mensajes de personas que me dicen: “Yo también escribo para no rendirme”“Tus versos son mi piel”. Cuando escribí “No busco fama ni gloria”, era en serio. Solo quería gritar en el silencio: “¿Alguien más está aquí, sintiendo esto?”. Y resulta que sí. Estamos todos, escribiendo para no olvidar, para no quedarnos con lo que no vivimos, para sanar en el papel.


PD: Si alguna vez dudas de por qué escribes, escucha la canción. Ahí está mi respuesta… y la tuya. ✍️💔

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